.- El 2019 casi se despide de un mundo convulso, en donde se destacan manifestaciones de protestas en diferentes países, la mayoría de estas originadas en temas de desigualdad, migración, escándalos gubernamentales y fraudes electorales. En efecto, a principios de este 2019, se iniciaron escaramuzas políticas en la República Bolivariana de Venezuela, en donde un aparente proceso electoral fraudulento, generó una crisis de legitimidad en torno al gobierno de Nicolás Maduro, lo que motivó que la Asamblea Nacional eligiera a Juan Guaidó como presidente encargado de ese país. Esta situación, a la que no se le ve final en el futuro cercano, mantiene dividido y en una profunda crisis económica y política a esa nación latinoamericana.
De su lado, y en un hecho acaecido a mediados del año que transcurre, Puerto Rico fue escenario de múltiples manifestaciones que pedían la renuncia de su Gobernador, Ricardo Rosselló, quien luego se vio obligado a dimitir por el acorralamiento ciudadano al que fue sometido, a partir de la filtración de conversaciones entre funcionarios del gobierno, con comentarios xenófobos y sexistas en contra de personalidades de la isla.
La crisis en Chile es emblemática, pues se inició como una simple protesta de ciudadanos por la subida de los pasajes del metro de ese país. Sin embargo, las consecuencias para las pequeñas y medianas empresas están siendo brutales, ya que muchos tuvieron que cerrar sus puertas, debido a los saqueos y disturbios que ocurrían en la capital del país, así como en otras ciudades. Algunos estiman que, hasta la fecha, se han perdido más de 100,000 empleos, en tanto que la economía chilena en general se encuentra prácticamente paralizada.
Bolivia fue otro foco de protestas y disturbios durante el 2019, los cuales estuvieron motivados por un resultado, aparentemente fraudulento, a decir de la OEA y de la oposición política. Un supuesto algoritmo introducido en el proceso de conteo de votos, dio paso a una victoria electoral de Evo Morales, pero también originó protestas masivas en todo el país, con la consecuente renuncia de este presidente que quería reelegirse por cuarta vez consecutiva.
Y así conocimos durante el 2019 otros hechos violentos y manifestaciones en Nueva Delhi y Haití, el primero por temas de migración y el segundo por crisis política; en USA el impeachment contra Donald Trump, mientras que a España se le hacía difícil formar gobierno.
Pero en el patio tenemos tiempo jugando a la ruleta rusa con el pueblo y nada pasa. Aunque hayamos salido ilesos en el 2019, no apostemos a eso en el 2020. Como están las cosas, una crisis política es posible la cual, con poco esfuerzo, se puede convertir en crisis económica, y ahí nos sacaríamos el palé. Piénsenlo y me dejan saber.