Bagdad, Irak.- Miles de simpatizantes de los paramilitares iraquíes proIrán entraron por la fuerza este martes en la embajada de Estados Unidos en Bagdad, en protesta por los bombardeos estadounidenses en el oeste de Irak, y en los que murieron 25 combatientes de las brigadas de Hezbolá, grupo armado chiita iraquí miembro de las Fuerzas de Movilización Popular.
Desde hace meses, los dirigentes iraquíes piden a sus aliados estadounidense e iraní -enemigos acérrimos entre sí- que no conviertan su país en un campo de batalla.
El presidente estadounidense, Donald Trump, acusó a Irán de ser «plenamente responsable» del ataque inédito contra la embajada estadounidense y dijo que esperaba que el poder iraquí proteja a la delegación.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, advirtió a los dirigentes iraquíes que Washington “protegerá” a los estadounidenses, y el Pentágono ya anunció el envío de refuerzos para proteger la cancillería.