Nicaragua.- El presidente Daniel Ortega cumplió 24 días este domingo sin dar la cara públicamente. Contrario a los presidentes centroamericanos, que se han colocado en la primera línea de contención del coronavirus, el mandatario sandinista no ha dicho ni una sola palabra de la epidemia que, hasta ahora ha provocado en Nicaragua seis casos positivos y un fallecido.
La última vez que Ortega compareció públicamente fue el 12 de marzo, cuando participó en una reunión virtual con los mandatarios de Centroamérica, que fue convocada por el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) para abordar el brote de Covid-19.
La muerte del diputado sandinista Jacinto Suárez, hizo suponer que Ortega reaparecería en público. De hecho, la página web de la Asamblea Nacional publicó un programa de homenaje póstumo. El documento detallaba que el presidente entregaría una medalla a los familiares de Suárez y que, además, brindaría un discurso. Sin embargo, horas después el comunicado fue borrado de la web legislativa. Ni Ortega ni su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, llegaron a la sesión parlamentaria especial. En cambio, el presidente del Parlamento, Gustavo Porras, presidió el acto y dijo que “transmitía el abrazo de Daniel y Rosario”.
La inasistencia de Ortega a las exequias reavivó una pregunta que los nicaragüenses se hacen en medio de la epidemia de Covid-19: ¿Dónde está el presidente?
El Gobierno de Ortega no ha declarado cuarentena para prevenir el avance de la Covid-19 porque considera la medida “extremista y alarmante”. Nicaragua es el único país de la región que no cumple con las medidas de prevención dictadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como el aislamiento social. A contrapelo, el régimen sandinista promueve maratones, ferias, conciertos, peregrinaciones y actividades que implican aglomeraciones.
Las desapariciones de Ortega son habituales, lo que suele generar rumores sobre su estado de salud, ya que es un hombre de 74 años. No obstante, las ausencias de Ortega no suelen extenderse más de 15 días. En lo que va de 2020, el mandatario sandinista solo ha tenido cuatro intervenciones públicas.