.- El doctor Leonel Fernández se juega su futuro político en los comicios presidenciales y congresuales pautados para el 5 de Julio.
Su abrupta salida del Partido de la Liberación Dominicana cambió el panorama político nacional al convertirse de inmediato en una tercera fuerza electoral que, aunque no cuenta con los votos suficientes para ganar, podría ser decisiva en la elección del nuevo presidente de la República.
Sin embrago, la situación del exmandatario no es muy cómoda políticamente, sobre todo a partir del repunte electoral que observa Gonzalo Castillo con su intenso trabajo en medio de la pandemia del coronavirus.
El candidato oficial ha crecido y lo ha hecho a expensa de los votos del otrora líder peledeísta y ahora presidente de la Fuerza del Pueblo. Esto obedece, además, a las masivas cancelaciones hechas por los nuevos alcaldes del PRM que, incluyeron a leonelistas que votaron en contra del PLD en los comicios del pasado 15 de marzo.
Los seguidores de Fernández, una gran mayoría, ha retrocedido entonces, analizando que apoyar al PRM para desplazar a su antiguo partido del poder solo ha servido para que los saquen de sus trabajos, en algunos casos de manera violenta y humillante.
El desplome electoral del presidente de la FP lo coloca en un dilema. Si va a los comicios presidenciales con los números actuales sería correr el riesgo de hacer un papelazo que malogre mortalmente sus aspiraciones futuras; si apoya a Luis Abinader podría darse el placer personal de sacar del poder al PLD y con él a más de 800 mil peledeístas, ahora unificados en torno a Gonzalo Castillo, aterrorizados muchos de ellos, por los atropellos de los alcaldes perremeístas.
Esa base morada ha creado conciencia y sabe que ningún acuerdo les garantiza puestos de trabajo, más que la continuidad del PLD. Pero si Fernández pacta con Abinader, más allá de la satisfacción que da la venganza servida y algunos puestos en ese eventual gobierno, ¿Qué le espera cómo aspirante presidencial? Si Luis llega a la presidencia de la República, apoyado por la Fuerza del Pueblo, ¿Cómo podría Fernández impulsar un proyecto político creíble formando parte del régimen de turno? Si Luis lo hace bien, nada le impide su reelección en el 2024 y si lo hace mal, Fernández pagaría parte de las consecuencias políticas como corresponsable del estado de cosas.
Si sus hombres van al Estado junto al PRM, de nada le serviría luego separase para venderse como una opción distinta; el efecto bisagra se lo tragaría. El electorado no lo asimilaría.
Si La FP, antiguo Partido de los Trabajadores Dominicanos, pacta con el opositor PRM, las posibilidades de sacar el PLD del poder serían muchas, pero las que colocarían al partido en el gobierno como única oposición creíble y fuerte, serían mucho más. Mientras tanto, Leonel queda atrapado entre una posible reelección de Luis y un PLD unificado en torno a su líder Danilo Medina.
Leonel Fernández debe medir sus pasos y evitar que un acuerdo con resultados inmediatos y satisfacciones personales, lo condenen a pasar del otrora líder peledeísta y tres veces presidente de la República a un simple presidente de un partido condón.