Israel.- El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pierde un aliado estratégico en Donald Trump, quien fracasó en su intento reeleccionista de prolongar su estadía en la Casa Blanca por cuatro años mas.
Sin embargo, el triunfo del candidato presidencial demócrata, Joe Biden, que hace renacer esperanzas en los palestinos tras años de asperezas con el multimillonario republicano.
Donald Trump dejó huella en Israel: reconoció Jerusalén como capital de Israel, apoyó a la colonización en Cisjordania ocupada, bendijo la anexión del Golán y auspició la normalización de relaciones entre Israel y algunos países árabes.
Netanyahu, que había calificado a Trump del «mejor amigo que jamás haya tenido Israel en la Casa Blanca», le dio las gracias el domingo por haber encumbrado la relación bilateral «a cimas inigualadas», pero al mismo tiempo pasó la página de la era Trump al invitar, con tono amistoso, a Joe Biden a reforzar sus relaciones.
«Joe, nos conocemos desde hace casi 40 años (…) Espero poder profundizar aún más (…) la alianza especial entre Estados Unidos e Israel», escribió.
Las relaciones entre demócratas e Israel se habían deteriorado bajo la presidencia de Barack Obama, con la firma del acuerdo sobre el programa nuclear iraní, criticado por Israel y abandonado por Donald Trump, que restableció duras sanciones económicas contra Teherán.