.- Boca Chica es mi tierra natal, es mi terruño, el único lugar en el mundo en que no soy número o personaje, allí soy un órgano, como todos, una persona, soy gente, una mezcolanza de sol, playa, piel tostada, cocos y muchas historias de hambres, hombres, mujeres, niños escolarizados, trabajos y esperanzas. Somos sueños despiertos de los días de la producción cañera, los conucos lejanos y harganas de burros cargados de yucas y batatas, de añoranzas de polizontes sentados a orillas de La Playita con la mirada fija en los buques atracados en el puerto y la vista puesta en New York. Todos somos lo mismo aveces diferenciados.
Cuando se habla de mi pueblo, los foráneos piensan en playas, agua del mar salada y arenas, pescados y yaniqueques o fritos de plátanos. La idea de mi comunidad es muy simplista, morenas cadenciosas y extranjeros lujuriosos, salquipanquies y parqueadores labiosos. Es la vista más aérea y curvada de lo que somos.
Mucha gente ignora nuestra historia, de hecho, muchos de nosotros mismos la ignoramos, pues hasta el gentilicio es objeto de discrepadas posiciones extendidas en eternos paralelismos, que si bocachíquense o bocachiquero y hasta bocachicano, sin que se llegue a un término globalmente aceptado.
Antes de la escritura y la llegada de los esclavistas y exterminadores colonizadores, pobló Boca Chica la casta más culta de los aborígenes taínos, y legó a la humanidad la escultura rupestre de mayor calidad, la escultura Boca Chica o Chicoide. Huelga decir que los taínos eran pacíficos y alegres, pero en Boca Chica sembraron la pasión por todo y dejaron vestigios de su amor por la vida simplista que terminó por contagiar a sus sustitutos históricos.
Ya en su propia historia, este pueblo fue objeto de muchas oleadas migratorias desde diferentes puntos del país, debido a su auge económico por causa del Ingenio Boca Chica, que representaba unos nueve mil empleos directos y por ende un carroñero comercio en derredor que procuraba hacerse con parte de los salarios de sus obreros. También se instauró un puerto (el muelle) con una diversidad de empleos y búsquedas, que a su vez obligaba por igual al establecimiento de comercios atraídos por la capacidad adquisitiva, y en adición a todo ello, una incipiente industria turística.
En lo político Boca Chica fue siempre un bastión del PRD, partido político que lideró el Dr. José Francisco Peña Gómez, y antes de que esto ocurriera, cuando el futuro líder político negro, siendo niño, aún intentaba sobrevivir a las persecuciones negreras de principio del siglo pasado, vivió en Boca Chica y aterrorizó a sus mansos pobladores y sedujo a sus atractivas pobladoras, un personaje que llegaría a ser Presidente de la República y tirano, Rafael Leonidas Trujillo, el primer Chulo de Boca Chica (Tomado del libro de Formerio Rodriguez), quien enseñó de forma anticipada en Boca Chica lo que luego aplicaría para toda la nación, su legado de terror.
La comunidad política de Boca Chica fue siempre muy aguerrida, comprometida y leal a sus ideologías partidarias, pero siempre fue también relegada, no tomada en cuenta, no al menos en consonancia con su entrega, y muy a pesar de su mayoritaria filiación perredeista, el primer gran cargo que detentó un poblador de la comunidad le fue otorgado por un decreto presidencial del entonces presidente Dr. Joaquin Balaguer al dirigente reformista Gerardo Tamayo Balaguer, quien fuera designado como Subsecretario Administrativo de la Presidencia. A esa designación siguieron en orden de importancia el decreto que posesionó como gobernador del Palacio Nacional a quien luego sería electo como primer Síndico del creado Municipio de Boca Chica, el Ing. Daniel Ozuna, los demás decretos que recayeron sobre hijos de Boca Chica fueron para puestos terciarios.
En el aspecto electivo hemos tenido a varios diputados (Damián Castro, Tito García, Radhamés Castro y Josefa Castillo) y estos han logrado ser Secretario de la Cámara de Diputados en el caso de Radhamés Castro y vice vocera de la bancada de su partido y luego miembra destacadisima del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), en el caso de Josefa Castillo. A ellos se suman nombres destacados en otras áreas como Aquiles Castro quien ocupó la presidencia de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED), Freddy Ángel Castro, director y decano de facultades en la UASD, el laureado periodista Rafael Núñez Grasals, considerado una eminencia del periodismo, el premiado periodista Formerio Rodriguez, el tres veces profesional José Beato, varias veces presiente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), el eterno consultor y asesor económico del Congreso Nacional el Lic. Luis Miguel Peña, la comunicadora y abogada Lenis García, los peloteros grandes ligas Marcell Ozuna, Rafael Soriano, Andrés Pérez Thomas y Pablo Ozuna, entre muchas luminarias nacidas en dicha comunidad
A pesar de esos logros extraordinarios, de funcionarios electos y referentes de la comunidad, había aún una deuda impagada con la población de Boca Chica, que siempre dio más de lo que recibió. Una población que podía darse el lujo de independizarse del resto del país y construir un pequeño territorio rico, pues a los elementos de producción precitados se sumaban el tener el principal aeropuerto del país (Las Américas), dos de los más importantes puertos de la nación (Caucedo y Andrés) y el único multimodal (Caucedo), la única universidad tecnológica (el ITLA) y una industria turística en constante desarrollo, amén de alojar en sus terrenos a cerca de veinte de treinta academias de equipos de la pelota de Grandes Ligas y cientos de miles de pobladores. El Estado Libre Asociado de Boca Chica sería la envidia del resto del caribe.
La reivindicación de Boca Chica tuvo que esperar cientos de años luego de su fundación, y ha sido en la naciente gestión presidencial del Lic. Luis Abinader; un joven político y empresario exaltado al solio presidencial con más de la mitad de los votos emitidos; la ocasión en que se ha concretado el reivindicativo compromiso histórico con esta comunidad.
Por medios el decreto 329-2020, el Presidente Abinader designó a la Licda. Josefa Castillo Rodriguez como Superintendente de Seguros, la posición más elevada obtenida por un nacido en Boca Chica en la administración pública en toda la historia, con lo que se fijó un hito histórico que se corresponde con la estatura y el linaje político alcanzado por la inteligente dirigente política del PRM, la consagración de su esfuerzo y el justo pago a una comunidad políticamente comprometida.
No conforme con ello, el Presidente Abinader, marcó otro histórico acontecer en la vida de nuestra comunidad, la que ha de agradecerle por siempre, ya que por medio a su decreto de 420-2020 de septiembre del 2020, el Presidente elevó al rango de General de Brigada al bocachiquense Moltimer José de Jesús Eusebio, convirtiéndolo en el primero nacido en nuestro territorio en ostentar el grado de General, y más aún en el mismo decreto, el presidente dispuso que ocupara la subcomandancia general de la Fuerza Aérea de la República Dominicana (FARD) que también describe un hito histórico.
El Presidente Abinader reivindica cientos de años de ostracismos e injustificada espera, y eleva a la comunidad de Boca Chica al sitial preferencial que se ha ganado con su aporte al erario, los sacrificios y martires, incursión en las ciencias, las artes, el deporte y la magnífica participación en política de los hijos de Boca Chica.