Washington, EEUU.- Hordas de manifestantes, alentados por el presidente Donald Trump, invadieron el Capitolio y paralizaron la certificación de la victoria de Joe Biden, que debe tomar posesión el 20 de enero.
El vicepresidente Mike Pence, que presidía la sesión conjunta de las dos cámaras, tuvo que ser evacuado y protegido.
Una mujer murió de un disparo en el pecho. Todos los legisladores fueron confinados en lugares seguros. También la todavía senadora Kamala Harris.
Trump incitó a los manifestantes avanzaran hacia el Capitolio para presionar y conseguir perpetuarse en el poder. Horas después, ante la conmoción social, autorizó el despliegue de la Guardia Nacional para acabar con esa revuelta que él mismo había provocado.
“Todos estamos viendo esto, a esta hora nuestra democracia se halla ante un asalto sin precedentes. Esto no es disentimiento. Esto es desorden. Esto está al borde de la sedición”, dijo el presidente electo Biden.