Distrito Nacional, RD.- La Conferencia del Episcopado Dominicano informó que a partir del 3 de junio que dará apertura a sus templos tomando las medidas sanitarias y de distanciamiento indicadas por el Ministerio de Salud Pública y la Organización Mundial de la Salud.
A través de un comunicado, la cúpula católica dijo que en la segunda fase de la desescalada, que comprende del 3 al 17 de junio, se permitirá a los católicos asistir a los templos para las celebraciones eucarísticas y adoración al Santísimo.
En la tercera fase que corresponde del 18 de junio al 4 de julio, se restablecerán los servicios ordinarios y grupales de la acción pastoral, a un 50% de la capacidad máxima de los templos.
En tanto que en la cuarta etapa, que inicia el 5 de julio, se espera retornar a la vida pastoral ordinaria al 100% de la capacidad.
Los obispos invitan a los adultos mayores, personas enfermas o en situación de riesgo, que continúen desde sus hogares la lectura de la palabra de Dios, oración y sintonización de las transmisiones de la misa a través de los medios de comunicación.
El protocolo de reapertura gradual de la Iglesia católica establece, entre otras medidas, el uso obligatorio de mascarillas, cuidado de la distancia de dos metros entre bancos y entre personas, a excepción de los familiares de una misma casa.
También se harán marcas en el piso para indicar dónde deben colocarse, uso de gel higienizante para los feligreses, plástico protector para los micrófonos y desinfección de los bancos, sillas y objetos litúrgicos al finalizar cada celebración.
De igual modo, no se permitirá tocar ni besar las imágenes sagradas, las pilas de agua bendita continuarán vacías y las puertas de los templos se mantendrán abiertas a la entrada y salida de las celebraciones para no tener que tocar manillas o llavines, además de propiciar la ventilación.
Sobre la celebración de la Eucaristía, el sacerdote o ministro entregará la comunión en las manos sin decir nada, los fieles solo podrán retirarse la mascarilla para comulgar, y en el saludo de la paz, se evitará todo contacto directo.
Los obispos propusieron además, que la celebración de sacramentos como el bautismo, la primera comunión, la confirmación y los matrimonios sean postergados.