Por: Cándido Simón
.- El pasado viernes 13 de los corrientes fui requerido por un jurista amigo para que asista como nuevo abogado a uno de los oficiales de Policía imputado por alegada complicidad por omisión en la muerte del joven David de los Santos en la celda del destamento del ensanche Naco, ubicado en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte de esta ciudad.
En esa vista a cargo del juez Pablo Imbert Rosario, quien desde el principio dejó en claro su «prisa sospechosa» en celebrar a toda costa el anticipo testimonial de una persona que dicen por ahí es de nacionalidad haitiana, pero no tiene ni un papelito de identificación.
En la condición de abogado nuevo en este caso, solicité al juez que debía preparar defensa para ese interrogatorio porque un jurista que se respete no entra a improvisar en una sala de audiencias, por lo menos yo no hago eso.
El juez lo rechazó y ante la petición de que suspenda la vista para yo recurrir en oposición por escrito fuera de audiencia en el plazo de tres días que autoriza el artículo 409 del Código Procesal Penal, el magistrado entró en cólera insultando a las defensas que hicieron causa común conmigo por ser una petición de derecho, por lo que ordenó mi salida de la sala dejando mi representado sin defensa, le quiso imponer el defensor público que no aceptó al explicarle que entraría en conflicto de intereses con la línea de defensa de su representado en esa vista, la rechazó y después sancionó a otro abogado por alegada falta en audiencia, lo que generó que otro colega le recusara, ya en mi ausencia.
La extraña conducta iracunda de ese joven juez podría tener una sola explicación, por su inexperiencia habría asumido que insultar los abogados de las defensas y atropellar las más elementales reglas de garantías constitucionales, podría imponer la prisión preventiva cuánto antes estos «chivitos» para neutralizar las dudas cada vez más crecientes de que en este caso hay una mano oscura de influencia evidente que está presionando para que el caso se muera ahí, con estos «hijos de nadie», acallar la opinión pública que cada día le exige más a los que se creen impunes porque tienen poder.
A) Averiguen que hacía en ese destacamento y quién es un preso que esa misma tarde había sido detenido por la seguridad del CESMET por lanzarse a la línea del Metro en un sabotaje que provocó la suspensión por seguridad de todo el servicio por más de 40 minutos.
B) Por qué la Fiscalía del Distrito está ocultando una página del libro de novedades del destacamento, a quien o quienes están protegiendo. Presentela al país!
C) Díganle al país que es lo que pasa, no se involucren con ese pervers@ porque si se libra de esta coartada, si sale ileso manipulando la investigación, si contiene el brazo largo de la justicia, espoleando a un joven juez que envalentonado en la poltrona se cree inmune, que insulta sin razón, atropella sin pudor y denigra con impunidad, el próximo será otr@ que igual a David lo desprecie por sus mordidas pasiones.
7- Soy conciente que mi inesperada presencia en la vista generó malestares porque dañaba el plan sin yo saberlo, las llamadas anónimas desde un número desconocido, bloqueado, con voz distorsionada, me dan la razón de que «están protegiendo un tutumpote».
9- Esta explicación es necesaria porque la decencia es mi estilo, el conocimiento lo que ofresco y el buen desempeño en los estrados mi virtud, no le cedo a nadie un ápice de irrespeto a mi dignidad profesional.
10- Litigo con pudor, no hago relajos, trapizondas chicanadas ni barajo pleitos, por eso pongo la cara, por eso doy el frente.