.- El Partido de la Liberación Dominicana respondió al presidente Luis Abinader y sus duras acusaciones sobre la crisis económica que el nuevo gobierno atribuye a la pasada gestión.
El PLD fue muy cuidadoso en la elección de sus interlocutores, la forma y el fondo de la respuesta. Caras frescas y perfiles digeribles surtieron los efectos inmediatos del plan estratégico peledeísta.
Nunca se salieron de la explicación técnica, evitando caer en todo momento en el plano político de las acusaciones de corrupción en su contra.
Los estrategas de Danilo Medina advirtieron, en esa parte del discurso presidencial, la intención de arrástralos a una discusión política que desviara la atención de la sociedad que, una semana antes, había sido muy dura en contra de Luis y el paquete de impuestos enviados al Congreso Nacional de manera subrepticia a través del proyecto de Presupuesto del Estado del próximo año.
Juan Ariel Jiménez, exministro de Economía; Rafael Paz, del Consejo de Competitividad; y los extitulares de la Tesorería Nacional y de Presupuesto, Alberto Perdomo y Luis Reyes, respectivamente, dieron sus explicaciones económicas, con datos comparables y verificables.
El equipo técnico de la pasada gestión, joven y locuaz, dio la sensación de un manejo comunicacional y político prediseñado y que respetaron en cada momento.
A la luz del nuevo escenario estamos frente a una guerra de estrategias bien concebidas. El gobierno reconoció sus errores retirando del Congreso las medidas impositivas tan impopulares como la que gravaba el sueldo 13.
Preocupado por el #SEVAN que marcó tendencia en las redes sociales en contra del gobierno, Abinader apresuró un discurso, en el que además, inteligentemente, lanzó duras acusaciones de corrupción en contra del PLD y la pasada gestión, en busca de generar una cadena de opiniones que sacara de la palestra los cuestionamientos sociales que, en apenas 45 días en la Presidencia, ya estaba mellando su popularidad y la confianza del pueblo.
Los estrategas del PLD entendieron rápidamente el plan palaciego y evitaron caer en la confrontación política que en estos momentos solo benefician al oficialismo.
Prefirieron, en rueda de prensa, tratar de desmontar el triste panorama económico descrito por el actual mandatario y que contradice los informes del Banco Central y el Ministerio de Hacienda de su propio gobierno y sobre todo las facilidades que ha tenido para colocar en el mercado internacional bonos por más de 3 mil 50 millones de dólares.
El despliegue y la reacción a la respuesta del equipo técnico del pasado gobierno de Danilo Medina parecen haber ganado la batalla a la presente administración.
De acuerdo a la radiografía financiera peledeísta, ahora es el palacio que debe explicar los cuestionamientos y emplazamientos de la oposición: Los alcances del acuerdo con la minera Barrik Gold, la asignación de unos 11 mil millones de pesos a las instituciones que se habían anunciado como eliminadas, el aumento de 400 millones de pesos a la nómina del Ministerio de Relaciones Exteriores y la venta de patrimonios Estatales por más de 80 mil millones de pesos, además, de identificar las fuentes que permitirán el financiamiento del déficit presupuestario estimado y que supera el 8 por ciento del PIB.