Washington, EEUU.- A sus 78 años, tras medio siglo en política y dos intentos de llegar a la presidencia de Estados Unidos, Joe Biden lo ha conseguido. Este miércoles entró en la Casa Blanca, después de una intensa jornada de actos de investidura como nuevo presidente de Estados Unidos.
El mandatario tiene grandes retos por delante: volver a unir a un país partido en dos, rescatarlo del naufragio de la pandemia y restaurar los puentes con la comunidad internacional.
«En este día de enero, toda mi alma está en esto: unir a nuestro pueblo, a nuestra nación, y pido a todos los estadounidenses que se unan a mí en esta causa», dijo en sus discurso de toma de posesión.
Agregó: «Este es mi mensaje para aquellos que están más allá de nuestras fronteras: Estados Unidos ha sido puesto a prueba y hemos salido más fuertes. Repararemos nuestras alianzas y nos comprometeremos con el mundo una vez más».
A pocos minutos de su juramentación y sentado en su escritorio del Despacho Oval, el presidente de Estados Unidos estampó su firma en 17 medidas urgentes, la mayoría destinadas a deshacer el legado de su antecesor Donald Trump. Entre otras cosas, Biden suspendió la salida de esa nación de la Organización Mundial de la Salud, aprobado su reingreso en el Acuerdo del Clima de París y suspendido la construcción del muro fronterizo con México.
Una de las propuestas más ambiciosas de la nueva Administración es un proyecto de ley que regularizará y abrirá una vía de acceso a la ciudadanía a cualquier persona que lleve en el país desde el pasado uno de enero, una medida de la que podrían beneficiarse alrededor de once millones de inmigrantes.